Lo que no debió suceder

Ayer por la mañana los emails de los arqueólogos de todo el país recibieron la noticia de la desaparición de dos jóvenes arqueólogos ayacuchanos mientras trabajaban para el Qapaq Ñan, proyecto de registro e investigación del gran camino inca que recorre todo el territorio andino. Este proyecto está a cargo del INC y sus sedes regionales. Momentos más tarde recibíamos la noticia de que se había encontrado el cuerpo de uno de los chicos, ambos menores de 30 años, uno de ellos tan solo de 24 años. Tenía evidencias de un fuerte golpe en el cráneo, por lo que se supone que fueron asaltados para robarles los equipos: una cámara digital, un gps, brújula y aparentemente una cámara filmadora.
El chico que aún sigue desaparecido se comunicó con su mamá el lunes 25 de agosto. Era muy unido a ella y trataba de llamarla a diario, desde ese día perdieron la comunicación.
Me siento muy afectada aunque no conozco a ninguno de los chicos, pero como arqueóloga sé muy bien el tipo de trabajo y en qué condiciones salieron a hacerlo. Ellos salieron solos a hacer su recorrido, con la mochila al hombro. Listos para caminar varios kilómetros y detenerse a fotografiar y registrar por escrito lo que iban encontrando a su paso.
Hace un rato escuchaba la entrevista de RPP a la famlia y amigos-colegas del chico que aún está desaparecido y les preguntaban por el protocolo de seguridad que tiene el INC para este tipo de salidas. Lamento decirles que estamos muy lejos de tener uno. El INC simplemente te da tus viáticos y se desentiende del asunto. Es increíble que un proyecto como el Qhapaq Ñan no tenga un protocolo de seguridad que siga rigurosamente teniendo en cuenta que los arqueólogos salen a caminar, subir y bajar cerros, cruzar ríos y áreas desoladas SOLOS, y este debería aplicarse a todas las salidas del personal del INC. Muchas veces hemos tenido que llamar a los supervisores (del INC) que iban a chequear nuestros trabajos para decirles "oye, vente con nosotros en la camioneta, es difícil llegar, y peligroso también", o "te recogemos de tal sitio, tal día a tal hora". Ese es el mínimo protocolo de seguridad que tienen los proyectos grandes de arqueología por contrato: los dejamos acá y los recogemos de allá, tal día a tal hora. Por otro lado, en cualquiera de estos proyectos de arqueología por contrato, las empresas exigen a las que subcontratan que su personal esté asegurado (SCTR) ante cualquier accidente en el trabajo. Sin embargo, el INC no asegura a su personal contra este tipo de hechos. Por cierto, la gente del INRENA, del INGEMMET y de cualquier institución estatal que tenga que salir al campo, debe estar en la misma situación. Increíble. Y el Estado exige a las empresas que cumplan estas normas.
La familia de Archi está pidiendo que salgan equipos de rescate a buscarlo , ojalá lo hagan. El sitio es alejado y las patrullas de policia deben ir y volver cada día y no tienen mucho tiempo para buscar. Lo más triste, el jefe del Qapaq Ñan allá quiso silenciar el asunto. La hermana de Archi contó a RPP que el jefe del proyecto le dijo "Que esto no trascienda". ¿Saben por qué? Porque Yoni, el chico que fue encontrado muerto, no estaba contratado por el INC, porque fue subcontratado para reemplazar a alguien que le estaba pagando de su bolsillo, cosa que no debería suceder, pero sucede y con mucha frecuencia.
Que esta horrible historia sirva para que no quede ninguna persona desprotegida cuando sale a cumplir su trabajo.

Shine a Light




Vengo de ver Shine a Light con mi hijo. Salí fascinada. Me sentí parte del concierto. Es increíble que estos patas sigan entregándose por completo en escena con la misma frescura y ganas que en los sesentas. Fue genial que mi hijo de 10 años me dijera que quería verla. Fue mejor aún verla con la sala casi llena, con público de más de 60 años hasta otras niñas de la edad de mi hijo.

Me topé con los Stones por primera vez en 1980, allá cuando comenzaba a escuchar y ver música (¿alguien más extraña Disco Club y a Gerardo Manuel?). La primera canción que escuché (o vi) de ellos fue Emotional Rescue, luego la mítica (I can't get no) Satisfaction y después Emotional Rescue, Honky Tonk Woman, Brown Sugar, Jumping Jack Flash y tantos otros clásicos.

Si aún no la han visto, vayan volando. La estrenaron la semana pasada y este jueves la retiraron de todos los cines. Creo que solo puede verse en UVKLarcomar. Es imperdible.

El video lo bajé de la web de la peli: http://www.shinealightmovie.com

Regreso

Desaparecida en combate, sepultada por el trabajo, las complicaciones de salud y los correteos diarios. Pero hoy robo unos minutos al trabajo. Ya pasó muuuuucho tiempo sin escribir.
Hace un año ocurrió el terrible sismo que destrozó el sur chico. Ya sabemos todos que las cosas están lejos de marchar bien. La reconstrucción es lenta, el FORSUR está más que cuestionado (¿seguirá siendo tan terco el gobierno para seguir manteniéndolo?), mucha gente sigue viviendo en carpas, las heridas mentales aún no cicatrizan y las necesidades siguen siendo muchas. Tuvimos la suerte de no perder a ningún ser querido, aunque muchos familiares y amigos perdieron sus casas y casi todo lo que tenían. Sin embargo, están vivos y continúan luchando.
No sé si tomamos conciencia de que las licencias de construcción son ahora mucho más permisivas y según lo que he leído en los medios, se busca restringir el rol de las entidades reguladoras, probablemente en favor del bolsillo de algunos. ¿Y los resultados? ¿Otra vez lo mismo o peor aún si son ciudades más grandes como Lima, por ejemplo? Hemos sido catalogados como el país sin memoria, pero esto ya sería el colmo. Creo que el valor principal que hemos perdido es tomar en cuenta que nuestros derechos y necesidades empiezan donde terminan los de los demás.


Por otro lado, estoy contenta y más tranquila porque mis problemas de salud se van resolviendo favorablemente. Esto de estar funcionando "a media caña" cuando tienes tanto trabajo es atroz . Felizmente todo está controlado, sigo el tratamiento y cuido mi alimentación. Un dolor de cabeza menos por ahora.


Mi papá nos dio un gran susto hace algunas semanas. Tuvo un microinfarto cerebral, por algunos minutos perdió la capacidad de hablar con fluidez y también la plena lucidez. Esta vez mi hermana no quiso saber nada del seguro, lo llevamos a la clínica donde fue rápidamente atendido. Como este viejito es un gato de siete vidas, luego de unas horas ya estaba en casa, mucho mejor y recuperando plenamente la lucidez. Es curioso como reaccionamos ante ciertas circunstancias. Soy llorona a más no poder, me preocupo hasta por gusto y sin embargo, cuando ocurrió lo de mi papá, fui la única que no derramó ni media lágrima (tampoco quería asustar más a mi hijo) y más bien fui quien apuró la movilización hacia la clínica. A Dios gracias, está bastante bien.


Mi mamá también ha tenido problemas de salud. La estamos llevando a que pase la revisión técnica, como le decimos en son de broma, porque si yo me preocupo hasta por gusto, ella se tortura.


Vuelvo a enterrarme en el trabajo, pero espero comenzar hoy mismo a visitar mis blogs favoritos. Ya vi cómo anda mi Reader, no podré leer todo de un porrazo, pero iré de a poquitos.

Grandes celebraciones que se avecinan

El próximo año mi promo del cole cumple 25 años de haber salido de las aulas. Desde principios de este año, un grupo de gente entusiasta formó varios comités para organizar cena, confección de polos recordatorios, cd con fotos, viaje y no sé qué más. La gente más pilas es la que está fuera del país, señoras y señores, ¿pueden creerlo? Abrieron una cuenta en EE.UU. para depositar las cuotas pro gran evento gran, y en ella ya han aportado varias personitas que están en los Yunaites. La cuenta que se abrió en Lima fue cerrada por el banco porque nunca tuvo movimiento. Plop.

Este año se cumplen 25 años de la creación de mi facultad. Para nosotros, los veteranos, esto significa la oportunidad de reencontrarnos y pasar un buen momento juntos. La idea es reeditar las grandes jornadas deportivas y chupísticas que siempre nos caracterizaron (a ver si los chicos aún pueden correr en las canchas, las chicas ya fuimos porque nuestras tres mejores jugadoras de fulbito emigraron, snif). Pero --si, ese "pero" que siempre está presente-- las nuevas generaciones quieren un magno evento en algún local y con presencia de las distinguidas autoridades de la PUCP. O sea... choque brutal de generaciones, hasta se propuso una "cumbre alterna".

Como ven, se avecinan grandes eventos, pero las aguas están tormentosas señoras y señores. El más cercano, el de los 25 años de la especialidad, ha generado un intercambio de emails alucinante: algún desubicado de la comisión organizadora gritó al respetable que digan nomás si quieren ir o no, que la gran cena gran era un hecho y no había cambio; la respuesta no se hizo esperar: vayan a celebrar solos; luego vinieron los intentos de apaciguar los ánimos y dos o tres semanas después el mail de un desubicado que llega tarde a dar órdenes de lo que hay que hacer o no según su parecer.

Aunque varios nos frecuentamos o trabajamos juntos, tenemos mucha ilusión por reunirnos con la mayor cantidad posible de gentita. A ver cómo se aquietan las aguas, pero estoy segura de que la idea de una juerga como en los viejos tiempos puede más.

La imagen se tomó de: elblogdelabanda.blogspot.com

Cuando la familia no ayuda precisamente...

Hace algunos días alguien se refirió a mi profesión como "esas carreras para solteros". Aunque me sorprendió su razonamiento, me quedé callada pensando que esta persona desconoce la realidad de muchas otras profesiones.

Una amiga, también arqueóloga, cría sola a su hijo. El niño tiene ya 12 años y algunos problemas serios de salud. Ella no es limeña pero tiene la suerte de tener una casita acá, y vive en Lima desde hace unos años, a raíz de una coyuntura que favoreció a algunas de sus amistades-colegas que también migraron y se establecieron acá con relativo éxito. El tipo de trabajo que ahora abunda para nosotros es la "arqueología por contrato" (trabajas en proyectos de impacto ambiental, construcción de carreteras, etc.) y con el boom del gas y la exploración de nuevos lotes, hay mucho trabajo en áreas alejadas.

Mi amiga se va hasta por un mes al fin del mundo, donde no entran ni los teléfonos satelitales. Muchas veces debe dejar a su hijo con una empleada y en otras su papá viene a Lima a quedarse con el nieto. Los problemas de salud del niño hacen que su carácter sea muy difícil, y éste empeora por los medicamentos que toma. En el último viaje, su papá y su hermano (que estaba en Lima de casualidad) decidieron que era mejor llevarse al niño a su casa (de ellos), fuera de Lima, y dejaron de darle los medicamentos y más bien lo sometieron a los cuidados de un brujo/curandero.

Conclusión: el niño empeoró, se agravó tanto que lo trajeron volando acá y lo internaron. La mamá estaba incomunicada y cuando regresó, encontró a su hijo peor de como lo dejó, con una secuela permanente además.

Me he quedado enferma de solo enterarme. Ella está acá por unas semanas y con mucha paciencia (esa es la gran bendición que tiene) está sacando adelante nuevamente a su hijo, al menos ya come y conversa un poco. Hemos hablado con ella hasta el cansancio, diciéndole que toque puertas y ventanas para conseguir trabajo estable acá en Lima (eso es muy difícil), pero evidentemente sus ingresos se reducirían mucho y los gastos del niño son elevados. Nos dice que está pensando en buscar "otra cosa", pero quienes la conocemos sabemos que eso le va a resultar difícil. No nos queda más que apoyarla.
¿Existen profesiones para solteros solamente? No lo creo. En la misma situación están los ingenieros, topógrafos, biólogos y etc. Y todos trabajamos en lo nuestro de una u otra manera. No es lo ideal alejarte de los hijos, sobre todo en el caso de la mamá (esa fue mi elección), pero en muchos casos no hay otra solución.

Cortitas

-Mi ñaño: Mami, tú tienes como treinta y tantos, ¿no?

- BG: No, hijito, ya cumplí 40.

- Mi ñaño: No parece, mami. Te ves como de 32.

- BG: Ay, hijito, gracias!!! (Véase a Blue Girl con una sonrisota de oreja a oreja.)
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Hace ya algunos meses:

-BG: Hijo, mañana juegan Camerún vs. Egipto.

- Loquibambio: ¡Al fin voy a ver jugar a las momias!
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Hace unos minutos:

- BG: (tocando el timbre pues olvidó la llave) Soy yo!!!

(Silencio mortal, nadie acude. Claro, luego del almuerzo dominguero...)

- BG: Apuren que me voy con los alfajores donde la vecina.

- Señor parejo e hijo: Ya voy, ya voy (corriendo y peleándose por abrirme la puerta).

Indiana goes bananas

El viernes, saliendo de trabajar, llevé a mi enano a ver Indiana Jones. Él no había visto ninguna de las películas anteriores y yo siempre fui una fiel fan del hombrecito del látigo (sin ninguna otra alusión/intención, por siaca) y el sombrero.

A pesar de ser arqueóloga, paso por alto todas las incongruencias arqueosocioantropológicas: detallitos como los geoglifos de Nazca bien juntitos cuando en realidad están a mucha distancia entre sí, la ciudad en plena pampa, la profanación de cuanta evidencia arqueológica tocaba Jones --digamos que eran otros tiempos-- y demás, incluso la siempre sesuda explicación de que fueron los extraterrestres los responsables de la civilización prehispánica (claro, los pobres indiecitos, hoy cholitos, no pudieron hacerlo solitos). A estas alturas estoy más que acostumbrada a escuchar incluso a connacionales preguntar si los ovnis tuvieron que ver con Macchu Picchu, las líneas de Nazca o Chavín de Huántar.

Fui a ver la pela con la más buena onda posible. Era viernes, el fin de semana debía trabajar y era la oportunidad de hacer algo con el ñaño. Él termina también cansado la semana escolar pues llega a casa 4.45 p.m. todos los días (sin actividades extracurriculares). Simplemente quería ver una película ligera, divertida y reírme con mi hijo.

Y lo logramos. Nos divertimos mucho, las dos horas se pasaron volando, reímos harto e incluso nos matamos de risa con la escena de ET goes home al final, sobre todo porque el ñaño me dijo en algún momento: "creo que tendré pesadillas en la noche". Y le respondí: imagínate a este ET con cara de malo bailando "La Culebrítica".

Lo que sí me quedó como una piedrecita en el zapato fue lo que hicieron con el pobre Indi. Hasta me tragué que dizque nuestro héroe había sido un abnegado agente-espía que luchó sacrificadamente por su sacrosanto país, pero verlo con cara de borrego enamorado al pie del altar fue totalmente ilógico. Alguito se reivindicó cuando le quitó a Shia LaBeouf su sombrero con un gesto muy típico de él, pero no mucho.

La escena que me quedará como recuerdo de esta película: Indiana saliendo en moto de la biblioteca de la universidad y su respuesta a una pregunta de uno de sus alumnos: You want to be a good archaeologist... you've got to get out of the library! (Si quieres ser un buen arqueólogo, ¡sal de la biblioteca!).

Los gringos siempre meten la pata cuando se trata de cerrar círculos. Está más que visto, por eso creo que ir a ver estas pelas con alguna expectativa no resulta. Si compras tu canchita y te dispones solamente a disfrutar de algo simple, trillado y uno que otro efecto bacán, es probable que salgas sin renegar del cine (créanme, me pasó muchas veces y no quiero que me vuelva a ocurrir).

Ya falta poco para X Files 2!!!

Diablo, Diablo, Diablo!!!

El Son de los Diablos es una danza callejera y carnavalesca. Aunque no hay información precisa sobre su origen, los investigadores del folklore negro y los historiadores han rastreado sus inicios en la época colonial, fruto de una combinación del teatro litúrgico medieval y antiguos ritos africanos. Esta fusión se refleja en la participación de las cofradías y otros grupos en las procesiones del Corpus Christi en la antigua Lima (a todo esto, ¿alguien aún puede imaginarse la Lima de las Tradiciones peruanas en este Lima de hoy? Difícil, ¿no?).

En marzo se celebra Magdalenarte y hace ya varios años que el pasacalle del Son de los Diablos -organizado por Yuyachkani- cierra esta semana. Este año el desfile salió desde la cuadra donde está la casa de los yuyas hasta la plaza de armas de Magdalena. Es un espectáculo imperdible. Los diablos van... pues haciendo diabluras durante todo el recorrido y en el pasacalle participan muchas comparsas. Al final hay una presentación de cada una de ellas. El espectáculo es súper divertido y los yuyas siempre reciben a quien quiera participar, sea bailando o tocando la cajita. Nosotros asistimos/participamos desde hace varios años. Así, que si se animan, los ensayos comienzan en diciembre. En cualquier caso, no dejen de verlo.

(Recuerdo que el primer pasacalle del Son de los Diablos que asistí fue en la Rica Vicky, hace mil años y lo organizaba el Movimiento Negro Francisco Congo).
Maldito Blogger que no me deja cambiar de plantilla, grrr!!! Pero seguiré intentando cuando tenga un tiempito.

En construcción...

Estaba buscando una nueva plantilla para mi blog y encontré una linda, pero no me gustó como quedó porque era muy monocromática (colores, Blue Girl, colores!!!) y mientras tanto quise dejar todo como antes... y quedé así.
Doctora, yo le juro que sigo al pie de la letra sus instrucciones y trato de no ser tan cuadriculada, créame por favorcito, jajaja.

A ver cómo termino más tarde, con mis escasos conocimientos sobre el asunto. Wish me luck!!!

Después de la tormenta...

Estoy desaparecida, pero bueno regreso poco a poco a la normalidad. Los enfermos en casa han mejorado bastante. El antidepresivo que recetó el geriatra para mi papá está dando resultados. Aún necesita muchos cuidados y paciencia, pero la rutina ha vuelto a establecerse y él ya sabe hasta donde puede apretar y nosotros sabemos qué podemos pedirle (incluso exigirle).
Es curioso cómo te golpea la vida, nunca termino de sorprenderme. La hermana mayor de mi mamá tuvo parkinson y falleció como consecuencia de ello, un hermano mayor también sufre esta horrible enfermedad pero uno de sus hijos le ofrece una excelente calidad de vida y la pasa medianamente bien. El otro hermano mayor ha sido diagnosticado recientemente con la enfermedad esta. Ruego porque a mi mamá no le toque esto, tengo mucha fé en que no será así.
Mis tía tenía 3 hijas, y solamente una de ellas asumió la atención de su madre las 24 horas del día. Una hermana tenía la excusa del marido y el hijo adolescente (de poco le sirvió al niño) y la otra... expuso sus nervios como excusa, y su esposo tampoco se mostraba comprensivo con la enfermedad de la suegra (digamos que la culpa era la ignorancia).
Y maestra vida se encarga de cobrártelas todas: este yerno poco comprensivo y menos atento ha sido diagnosticado con parkinson, a pesar de que es joven aún y súper deportista. Me da una pena horrible por mi prima pues su situación económica no es buena y le espera un calvario que sus pocas aptitudes emocionales no sé cómo lo encajará... pero bueno, no movió un dedo por su madre y más bien criticó y renegó y... ahora le toca un largo camino, muy doloroso.
Mi otra prima vive un calvario aparte con el hijo, y su propia salud está deteriorada y no se ha librado de la amenaza de heredar el parkinson. Espero que pueda salir adelante sin más miedos ni angustias.
Es curioso cómo las personas que debieron asumir el cuidado de su madre y darle una mejor vida los últimos años que pasó en este mundo, más bien se ocuparon de "esconderla" (ese estúpido miedo al qué dirán que tiene mucha gente) y ahora deberán sufrirlo en carne propia. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.
Comienzo ahora mismo a visitar mis blogs favoritos.

Saliendo de emergencias

Ayer se cumplieron 15 días de la operación de mi papá y hace 10 que está en casa. Realmente fue una odisea. Al tercer día de estar hospitalizado cogió una neumonía. No hay nada peor que una neumonia intrahospitalaria en el caso de los ancianos. Gracias a Dios, mi papá mejoró bastante rápido, pero como aún tenía el cuadro neumónico (esto de tener una hermana enfermera... se pega la jerga), los médicos de gastro no nos hacían caso y el cólico era atroz, casi ya le daban morfina y el dolor no cedía. Y la vesícula podía explotar en cualquier momento.
Esta vez nuestro ángel de la guarda estaba en cirugía, un médico primo de mi vecina, a quien mi hermana conocía desde que era interno. Gracias a él operaron a mi papá cuando ya no podía más el pobre (y nosotras tampoco). La operación fue un éxito y casi no sintió dolor luego de ella. Pero fue mi hermana y una amiga quienes hicieron TODO para que mi papá se opere.
Para esto, como al segundo día de la neumonía, mi mamá se enfermó en casa. Y como todo lo que ella decide hacer, se hace bien o no se hace, se enfermó en serio. El resultado: dos enfermos, yo llegaba del hospital a casa a atender a mi mamá, era horrible porque ella no se enferma así nomás. Total, cuando llegó mi papá eran dos enfermos, cada uno en su camita.
No nos cansamos de agradecer lo afortunados que hemos sido. Un enfermo con tantas complicaciones como mi papá resulta un milagro que haya superado la neumonía (bueno, lo más grave de ella) y la operación.
Lo malo vino después. El señor está deprimido y engreidísimo, y lamento confesar (con vergüenza) que a mí se me agotó la paciencia. Llego del trabajo a seguir trabajando en casa, tengo muchas cosas atrasadas (y ni que decir de mi pobre hijo abandonado, y mi nivel de estrés que está casi en el tope) y encuentro a un enfermo CONVALECIENTE (no impedido) al cual debo atender, pero que no colabora en nada (sin ir más lejos, anoche me pide que lo tape con su frazadita polar, como si él mismo no pudiera hacerlo, la tenía a su ladito, mientras mi mamá estaba con taquicardia y yo tenía que acomodarla en la cama de mi hijo pues se había peleado con su cruz, léase mi papá). El señor no quiere levantarse solo, hay que levantarlo. No quiere caminar, y lo que indican los médicos para pacientes ancianos con neumonía es que se levanten inmediatamente, la cama es lo que los mata. Tampoco quiere caminar. No quiere jugos y menos aún agua, solo quiere su Coca-cola. ¡Aaaayyyy!
Disculpen el tono de este post, pero tengo que hacer catarsis de alguna manera. Tal vez soy injusta, soy consciente de que es un anciano y que está en la etapa de que es un niño grande... pero la carga es pesada. Si no tuviera tanto trabajo, sería mucho más llevadero. Encima tener a mi mamá enferma es fatal porque anda de un genio insoportable y también deprimida. El otro día, estaba levantando a mi papá del sillón para hacerlo caminar un poco y ella iba a pararse, y como estaba con taquicardia, le doy la mano para que se apoye y me gritó: "¿Acaso soy una inválida?". No supe si reírme o enojarme (vaya, algo de buen humor todavía queda), pero en estas circunstancias duele un poco que un simple gesto de ayuda sea tan mal interpretado. En fin, ya vendrán tiempos mejores.
Mi hermana ayuda bastante, no puedo quejarme (ella se queda en casa a dormir, porque nuestro padre se despista a esas horas y pide su café con leche a las 2.30 a.m, por ejemplo), y estamos comenzando a llamar a la técnica que nos dio una mano en el hospital cuando ninguna de las dos podía quedarse (es lo máximo con los pacientes esta señora , y a ella mi papá sí le hace caso), para que mi mamá acelere su propia recuperación y se libere de atender a mi papá por algunas horas.
Como verán, no he podido entrar a mis blogs favoritos. Tengo 128 posts por leer en el reader (help!), y espero robar un tiempito a mis múltiples ocupaciones para ponerme al día. ¡Mi salud mental los reclama!
Muchas gracias a Elmonofeo, Ursulita, Jassy, Chebas y Seren por los buenos deseos. Estoy segura de que influyeron mucho!!!!

En Emergencias

Hola. El trabajo me tiene agobiada y sin tiempo para visitar mis blogs favoritos. Pensé que esto iba a cambiar desde el domingo, pero todo se complicó pues el lunes llevé a mi papá de emergencia al Rebagliati, tenía una colecistitis, es decir, una infección a la vesícula que se manifiesta con un fuerte cólico y un fiebrón.

He estado varias veces en el servicio de emergencia del Rebagliati. Siempre tengo esa horrible sensación de desesperanza cada vez que entro y veo las filas interminables, las caras de dolor y malestar de los pacientes, y las de preocupación de los familiares. Se me encoge el corazón y debo de hacer de tripas corazón para enfrentar la cadena de "atención".

El interno era un cretino. Le digo que vengo de la clínica con el diagnósitico y ecografía en mano. El dolor había bajado un poco y mi papá estaba aletargado. Tiene 79 años y un tumor en la hipofisis, lo cual, sumado a su hipertensión, arteriosclerosis, insuficiencia cardiaca, fibrilación auricular, etc., hace que a veces se desoriente. El tipo fue insufrible, antipático y detestable. Quería obligar a mi papá a contestar y yo le digo que yo puedo responder, que lo dejemos tranquilo y le explico las circunstancias que lo tienen aletargado. Cuando lo revisó, me dieron ganas de abofetearlo. Palpaba la zona de la vesícula y me decía "No tiene dolor". Claro, pero le tocaba más abajo y mi papá saltaba. Finalmente le digo que no estoy loca para llevar a mi papá por gusto, que le tome la temperatura. Otra vez tenía el fiebrón... Finalmente lo ingresó.

Nada le costaba decirme que estaba ordenando análisis y que esté atenta a que me llamen, y que ya podía salir del tópico de cirugía. No podía moverme de la estrecha camilla porque me daba miedo que se fuese a caer. Al rato, escucho a lo lejos el nombre de mi papá. Una técnica muy molesta me avienta un frasco para análisis de orina, me está llamando hace rato afuera y me dice que esté atenta para el análisis de sangre. Recién entonces caigo en cuenta que ha ordenado pruebas (si bien he estado muchas veces en emergencia, la mayoría de veces es mi hermana quien ha hecho todos los trámites). Son las 2 p.m., ya tenemos ahí 2 horas y felizmente mi hermana está saliendo de turno en el mismo hospital (ella es enfermera instrumentista) y me da el alcance.

Toda la tarde hemos estado corriendo de un lado a otro, llevando a mi papá a ecografía, rayos x, tomografía. Mi papá volaba en fiebre. Yo agradecía a Dios que hayamos encontrado silla de ruedas cuando entramos.

Tenemos que agradecer también que siempre tenemos un ángel en la emergencia. Esta vez era una amiga de una amiga de mi hermana, que nos consiguió cama en el piso de gastro. Algunas colegas de mi hermana fueron amables también. Pero la mayoría de enfermeras y técnicas son apáticas, maltratan a pacientes y familiares y se muestran totalmente ajenas al dolor ajeno. He visto algunos médicos amables, algunas enfermeras menos duras, pero nadie se toma un minuto para dar un auxilio, una palabra de consuelo, menos una atención. He visto a abuelitos orinarse en la cama, pidiendo a gritos una chata; sus rostros de angustia porque están solos, no saben qué hacen ahí, ni porqué no están en casa. Los bomberos trajeron a un hombre incosciente que respiraba agitadamente, el pobre estuvo horas tirado sobre una camilla... ¿en algún momento lo atenderían?

¿Y qué ocurre con quien no tiene quién le de una mano? ¿Con quienes son más ignorantes que uno? Afortunadamente el dolor acerca a las personas y muchos familiares sirven de guía a otros que llegan por primera vez o que no saben qué hacer. Pero eso no ayuda frente a la pared que suelen representar las enfermeras e internos.

Eran casi las 7 y no le habían puesto ningún medicamento a mi papá. La enfermera de emergencia nos dice que es porque la historia no estaba en el tópico, pero la historia iba rotando por todos los servicios donde le estaban haciendo las pruebas. Le ruego a la enfermera para que le ponga las medicinas (que habíamos recogido desde las 4 o antes) y me dice que espere. Al rato vuelvo a insistir y me responde: "Ya acabó mi turno". Busco a la nueva enfermera quien me dice: "Aún no me entregan el reporte". ¡Qué impotencia!

Finalmente le colocan el suero y las medicinas. No sé si por efecto de ellas o por la fiebre y agotamiento de todo el día, mi papá se queda privado en la camilla. Mi hermana le dice a la enfermera si puede ella subirlo a piso porque ve que le faltan técnicas que la apoyen, y de mala manera le contesta que se espere.

A las 9 estuvo instalado en su cama, finalmente le bajó la fiebre y cedió el dolor y durmió mejor que un bebé. Me quedé con él hasta las 11, hora en que regresó mi hermana que fue a traer sus cosas pues ella se quedaría a dormir.

Ayer ha pasado un buen día, tiene hambre el pobrecito (no come nada desde el domingo). El lunes rogaba por un gaseosa y no podíamos ni darle agua porque era probable que ingrese a cirugía... imagínense la deshidratación tras la fiebre de 39,5. Hoy le están volviendo a chequear para ver cómo va. El asunto es que la ecografía de la clínica no coincide con la del hospital. De la nueva ecografía depende la operación.

Trabajo como autómata. Cumplo con mis obligaciones. Llamo a mi hijo cuando llega del colegio y le digo que voy al hospital cuando salga de trabajar, pero que llegaré a darle de comer y a acostarlo... Trato de confortar a mi mamá. En diciembre mi papá se infartó y estuvo internado casi una semana. Todo esto es muy duro para ella.

Así como hay cursos de temas como ética y etc., debería haber uno de concientización o humanización para el trato con el paciente. Y creo que deberían tener pruebas psicológicas también. Lo que se está tratando es a seres humanos, no a cosas. Un poco de calidad humana no vendría mal para todos los implicados en la atención de los pacientes. Sé que todos los médicos no son así, he visto médicos jóvenes y viejos muy atentos con los pacientes, pero la mayoría no lo son y más bien se esfuerzan por marcar la distancia con los usuarios de un supuesto servicio. ¿Sabrán todos los estudiantes de medicina qué significa "vocación de servicio"? Y si no, pues en lugar de atender, pueden investigar o enseñar, o buscar otro modo de insertarse en el mercado laboral.

Espero poder leerlos pronto. ¡Los extraño!

Un flashback

Ayer, al salir del cine, le propuse a mi hijo ir por un helado. Por supuesto, aceptó más rápido que inmediatamente. Fuimos al Tip Top y pedimos unos Zambitos.

Los helados del Tip Top son uno de los recuerdos más felices de mi niñez. Hace muchos años que dejé de saborearlos por este tren de vida que llevamos, siempre corriendo de un lado para el otro. Sin embargo, siempre pensaba que mi hijo tenía que probarlos.

Dejé que él probara primero, no quería influir en su apreciación y tampoco sabía si seguían siendo tan ricos como antes. Le pareció deli y me sentí feliz por ello. Pero cuando mordí mi helado... fue como regresar a mi infancia, inmediatamente me vi de la mano de mi mamá, yendo a comprar mi helado, discutiendo con ella porque no quería dejarme comer otro que no fuera vainilla, y al final saliéndome con la mía. Recordé ir a disfrutarlos con la amiguita con quien jugaba siempre. Pero sobre todo saboreé un sabor perdido desde hace mil años pero inmediatamente reconocido, como si no hubiera pasado el tiempo... fue increíble, sabían igualito que en mis mejores recuerdos. Yumiiiii!!!

Regresamos a casa mientras le contaba todos esos recuerdos traídos a mi memoria gracias a ese maravilloso helado.

Tomando un poco de aire...

Uff, llevo varias semanas sumergida en el trabajo, como comenté. El sábado intenté leer mis blogs favoritos y quedé paralizada al ver los 101 posts sin leer en el reader (y eso que a veces visito otros blogs también). No pude visitar más de 2 blogs y tuve que retomar la rutina. Si bien sigo sobrecargada de chamba, necesito leerlos. Es ya una rutina para mí. ¿Cómo llegué al mundo blogger? Siéntate y tómate algo heladito.
Por mi trabajo, estoy suscrita a algunas listas de correo, en una de ellas, otro peruano dejó un link para que visiten su blog. Hasta entonces, nunca había visitado uno. Lo mejor fue descubrir que gente súper interesante que conocí en la Universidad tenía sus blogs. Pero luego llegué a los blogs "personales" y quedé fascinada. Inmediatamente quise abrir mi propio blog, pero tuve que salir a trabajar fuera de Lima durante varios meses y si bien tenía internet en casa (no en el trabajo), debía chambear y no webear.
Digamos que el año pasado fue el peor de mi vida. Tuve una etapa de depresión y angustia horrenda, empeorada por una sobredosis de hormonas tiroideas que debo tomar diariamente (y que no sabía que estaba tomando en exceso). Bueno, leer a mis bloggers favoritos era una de mis pocas alegrías. Me sentía súper acompañada, me alegraba con sus ocurrencias y sentía una ventanita abierta en el mundo gris que me rodeaba.
Bueno, para no hacerla larga, por un comentario de Jassy me entero que gané un Blogitzer y me siento súperarchihiper emocionada. Muchísimas gracias, siento una gran alegría. Me perdí todo lo relacionado con la premiación pues la semana previa comencé la nueva chamba (que se suma a otras habituales) y el fin de semana de la reuna estuve fuera de Lima, pero espero que podamos reunirnos prontito.

Fin de semana reparador

He entrado a otra de esas etapas de mi vida en las que el trabajo me consume y he abandonado el mundo blogger. Prometo pasar por mis blogs preferidos este fin de semana y ponerme al día (me da miedito abrir mi G-Reader y ver cuántos posts tengo acumulados).

Este fin de semana nos fuimos a la playa y la pasamos súper bien. Fue divertido y muy reparador. Adoro la playa, aunque soy de esa rara especie que huye de las playas de moda o muy concurridas, y prefiere las playitas tranquilas y desconocidas, donde puedes explorar, caminar, coger erizos, caracoles y etc. No me gusta tirarme al sol, prefiero caminar, trepar, disfrutar del sonido de las olas y verlas reventar.
Esta playita está al norte de Lima, bastante caleta y espero que se mantenga así muchos años. Rara vez encuentras a otras personas que los propios pescadores. Es genial disfrutar de las aves, los cangrejos, las arañas y estrellas de mar...
Fuimos con una amiga y su hija y la pasamos requetebien. Mi hijo se divirtió de lo lindo pues tuvo con quien nadar incansablemente. Estamos pensando repetirlo pronto. Bueno, nosotros vamos todos los años al menos un fin de semana.
Les dejo otra fotito de los niños. Sepan disculpar lo mala fotógrafa que soy, voy aprendiendo poco a poco, lentamente... cual tortuguita...

¡Los extraño!

Comercial de Franca


No sé nada de publicidad. Lo admito. Pero este comercial es súper bacán. Primero, vende chelas pero no a través de chicas en bikini que son el fondo decorativo para un grupo de patas que se divierten. Segundo, te inyecta ánimos. Miguel Iza (¿es él, no?) es genial. Tercero, te transmite una idea que va en contra de lo que creemos tradicionalmente los peruanos: tenemos mala suerte, todo depende de la suerte, nuestra vida está hipotecada a ella.
Anoche lo vi por primera vez y pensé que estaba cabeceando. Luego recordé algún comercial anterior de Franca con Gastón Acurio, el digamos exponente namber uán de que es posible triunfar con lo nuestro, también en el mismo tono.
Espero que las ventas favorezcan a esta chela. No la he probado aún, pero vale la pena apoyarla por el simple hecho de ir contra la corriente y apostando por una imagen distinta. Además, ¿es del Grupo Añaños, no?
P.D.: No tengo nada en contra de las chicas en bikini que venden lo que sea. Pero sí me molestan los estereotipos: eres bacán si tienes una chela en mano y una chica en bikini en la otra. Y las cervezas ya han abusado de esto hasta el cansancio. ¿Y la creatividad de los "creativos"? Por eso me gusta este comercial.

Carnavales

Miro por la ventana a la tropa jugando a morir. Mi hijo tiene varios globos en un balde y los amiguitos traen pistolas, globos, baldes y muy buenas gargantas. ¡Cómo gritan! Las niñas son las más escandalosas ciertamente.
El sol estuvo radiante hoy y los chicos se han divertido a rabiar. El piso del patio tiene miles de pedazos de globos reventados. Mi pequeño ha entrado a la casa varias veces a llenar globos, y en cada ocasión estaba listo para ser exprimido de pies a cabeza.
Adoro verlo disfrutar. Juega en el patio del conjunto, en un área cercada y con los amiguitos de siempre.
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Día domingo de hace muuuuuchos años:
BG: Mami, ¿puedo salir a jugar carnavales?
M: No, te puedes resfriar.
BG: Pero mami, hace mucho calor!!!!
M: Es peligroso jugar con agua, te puedes caer, golpear o te puede atropellar un carro.
BG (mirando desde el balcón de su casa): Buuuu. Soy la única niña en esta cuadra que mira por el balcón mientras todos juegan.
M: Pasa y cierra la puerta.
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Día domingo de hace varios años también:
Voy en auto con un gran amigo, en aquel entonces mi enamorado. Es domingo y regresamos de trabajar, estamos agotados, sudorosos y cansados. Venimos conversando, haciendo planes para más tarde. Vemos que un grupo de chicos grandes juega carnavales más adelante. No nos preocupamos porque vamos en auto y además la pista es de doble sentido (la Pista Nueva que va al cono sur, que ya no tiene nada de nueva), por tanto "naides" en su sano juicio iría a jugar en la pista.
De pronto, el auto golpea algo. R frena rápidamente, una niña de 7 u 8 años se lanza a la pista globo en mano y ya es muy tarde, el auto la golpea ligeramente. Nos bajamos de inmediato, él corre más rápido que yo y yo debo hacerlo también porque la gente ha salido de sus casas y comienza a golpearlo. ¡Es el colmo! Él se bajó a ver si la niña estaba bien y a ver si la llevábamos al hospital. La gente le pega sin preguntar, sin esperar a oír lo que quiere decir y yo me trepo a su espalda para impedir que lo sigan arañando pues ya le han roto el polo.
Cuando logramos que la gente se calme, R se explica en medio de los gritos e insultos de la gente. La familia de la niña consiente en llevarla al hospital más cercano. La niña está muy asustada y ni siquiera tiene un moretón, un par de raspaduras producto de la caída es todo lo que vemos a simple vista.
En el hospital la revisan y dicen que no tiene nada, le recetan algo para el dolor y una crema. Compramos la receta. R deja su número de teléfono y dice que pasará al día siguiente a ver cómo está la niña.

Realmente amas a tu maridito cuando te ríes de cosas como éstas...

... te dice que se acabó el papel higiénico. Buscas como loca los rollos de papel higiénico porque sabes que aún quedaban varios... y los encuentras dentro de una bolsa que él mismo guardó y cerró. ¿Para qué? Who knows. Él tiene un particular sentido del orden.

... quieres conversar con él antes de dormir pero te contesta con monosílabas y dice estar agotado. Y a las 4.30 a.m. te despierta el ruido del hombrecito hablando dormido cual loro.

... son las 9 p.m. Te preparas para ponerte en off, es decir, ver tele y nada más. Y claro, él tiene el horario al revés y comienza a hacer mil y un cosas muy diligentemente.

... le dices que ese atuendo está un poco matado, que cambie de look. Y se molesta y se va tal cual a trabajar. Y al día siguiente que va simplemente a dejar un recibo, te pregunta qué se pone.

Un médico amable y preocupado por su paciente

Acabo de regresar de traer a mi papá del geriatra. Él se chequea en el Rebagliati, pero dada su edad avanzada y estado delicado, de vez en cuando lo llevamos al geriatra. Mi mamá también tiene varios achaques y ambos han sido enfermizos desde mi más tiernos recuerdos, así que he conocido a un variopinto ejército de médicos, desde aquellas épocas en que venía el doctor a tu casa, hasta los consultorios de las clínicas en estos días.

Ir al Seguro por una emergencia es lo peor que puede pasarte. Los pacientes están ahí tirados a la buena de Dios, pasando frío, miedo, dolor, esperando largas horas para ser atendidos incluso de pie a pesar de estar muy mal. Nuestro sistema de salud es pésimo y los que pagan los platos rotos son los ancianos. Ellos que en las culturas antiguas eran los depositarios de los conocimientos y por tanto eran los más respetados y venerados, hoy son dejados de lado y abandonados a su suerte por la sociedad en general (y lastimosamente por los propios familiares a veces).

Bueno, este doctor que lo ve en esta clínica es genial. Es un doctor mayor (le calculo 60 años), cálido, amable con el paciente y ¡¡¡¡se preocupa por la calidad de vida del paciente!!!! Eso me dejó turulata, señoras y señores. Me hizo ver, muy amablemente, que yo privilegiaba el extremo cuidado en la dieta por encima de la calidad de vida de mi papá, que ya está bastante deprimida por los cuidados que necesita, la poca movilidad que tiene, la dieta, etc. etc. etc. Por tanto, podríamos hacer algunas concesiones para que disfrute de alguna manera y sobrelleve mejor su situación.

Me quedé tan tonta con su actitud... no sabía cómo agradecerle. Fue también amable con mi mamá y nos explicó algunas cosas sobre las complicaciones que tiene la salud de mi papá. Hace muchísimo tiempo que no encontraba un médico así, salvo el pediatra de mi hijo, lo cual tampoco es un consuelo porque no creo que existan pediatras gruñones, duros o poco amables con los niños (aunque una vez me tocó una loca quien en lugar de tranquilizarme pues tenía a mi bebé recién de dos semanas --y jamás jugué a las muñecas--, me dijo que seguramente con mi mamá estaría mejor la criatura).

Ojalá todos los geriatras sean así, y sería mucho mejor si los otros médicos toman esa actitud y desechan la ajena o la condescendiente (pacientes=niños malcriados). Si las personas que tenemos algo de instrucción cometemos errores en el cuidado de la salud o no preveemos cosas, en el caso de gente más ignorante que uno esto debe ser terrible. Los médicos podrían tomarse un par de minutos para explicar la situación del paciente y lo que podemos hacer para ayudar en nuestra recuperación en lugar de lanzarnos una receta y la fecha de la cita siguiente.

Fue un gran consuelo la actitud del médico. ¡Gracias, doctor P!

Los celulares y los niños

En esta última Navidad mi hijo (9 años) pidió el popular scooter de 3 ruedas y un celular. Le dijimos que no le compraríamos un celular porque no era necesario, que el día que él comenzara a salir solo, yo iría corriendo a comprarle uno. Por supuesto, el ñaño no estuvo de acuerdo: "Pero si todos mis amigos del colegio tienen".

Y es cierto. Un día fui a recogerlo pues se quedó haciendo la catequesis de la Primera Comunión y encuentro a los chicos que esperaban a su movilidades jugando, hablando o enviando mensajes en sus celulares. Niños de la edad de mi hijo y mucho menores que él.

No me parece adecuado poner un celular en manos de niños tan pequeños. Odio a las empresas que promocionan "Mi primer celular". Los niños deben de tener límites y si los padres no se los ponemos, entonces quién lo hará. Un día el ñaño salía bien campante rumbo a la movilidad con el mp3 en las orejas y el gameboy en una mano y en la otra llevaba mochila y lonchera. Aguanta!!!! Elige qué llevas, no vas con ambos y además, ya sabes que si los sacas en el cole, los pueden decomisar y adiós aparatajos. Súmenle el celular, luego un ipod... ¿Tiempos modernos? No, cada cosa en su momento y circunstancias.

Si bien el celular garantiza la comunicación, lo normal es que el niño vaya de casa al colegio y/o alguna actividad extracurricular, y sea recogido por la movilidad o los propios padres. Salvo escasas excepciones, todo está controlado.

He visto a niños de 5 o 6 años con un celular en la mano. Lo que los padres no parecen preveer es que así como el celular les garantiza la comunicación con sus niños, también permite que otras personas se comuniquen con ellos, sin contar el tiempo que pierden en clases enviando mensajitos.

Nosotros crecimos sin celulares y sobrevivimos, claro, eran otros tiempos, pero creo que mi hijo puede sobrevivir un par de años más sin un celular.

Con la música no se juega (inspirada en un post del Rojo)

Mi rutina común es trabajar en casa, y si escucho música, pues ochentera y algo de salsa de la brava, me gustan también los blues, el jazz y la música de Motown. Mi amorcito escucha música africana y el ñaño escucha... reguetón!!! Horrorrrrrrrr!!! Felizmente le metí de contrabando en el mp3 música de Queen, Rolling Stones, Black Eyed Peas, Soda... y le gustó. Uff, aún hay esperanzas, jajaja.

A veces trabajo en la oficina de una de mis mejores amigas, cuyas computadoras no tienen parlantes pero sí tenemos un televisor sin cable. Mi amiga L está acostumbrada a trabajar con la bulla de la tele, no puede hacerlo sin ese fondo musical. Hace mil años que no veo ningún canal local y escuchar los gritos, imprecaciones y demás de los personajes de las telelloronas mexicanas, venezolanas y etc. hacen que me ponga malhumorada, aunque con un poco de práctica he aprendido a abstraerme (ommmmm) y casi logro olvidar al dichoso aparatajo ese.

El año pasado, por estas épocas, estuve trabajando fuera de Lima. En el centro de trabajo, afortunadamente todos compartíamos los gustos musicales: ochentas, rock en español, salsa brava, lo clásico de los noventas y... la música de los dibujos animados de nuestra chiquititud, jajaja, ¡en serio! Pero al llegar a la casa, que compartíamos con otra gente del proyecto, horror. Una chica quería escuchar huaynos ayacuchanos (ahí si que hago honor a mi nick y me quedo blue de por vida. Dejénme contarles que mi familia es de allá y crecí escuchándolos y deprimiéndome) y cuando los ponía, los ánimos terminaban por los suelos, otra quería escuchar Ritmo Romántica y tenía un repertorio de baladas muy "amplio" por llamarlo de alguna manera: de Alexander Pires a los Iracundos, pasando por la trova cubana, Mocedades, Miriam Hernández y qué se yo. Eso sí, nos encantaba su cd de Miguel Bosé. Un chico quería escuchar salsa y, siendo el más joven del grupo, sus gustos salseros eran demasiados lights para mi gusto, los otros chicos normal mientras fuera rock o salsa. Y otra de las chicas, mucho menor que yo, quería oir la hora del lonchecito... plop. A mí no se me ocurriría jamás, salvo si estoy en un taxi, donde me parece el marco musical de cajón.

¿Qué hacer? Tomar la iniciativa (mejor dicho, adelantarnos a todo el mundo): llegaba corriendo, encendía Zeta Rock & Pop y ahí nos quedábamos hasta que las señoritas románticas comenzaban a desesperar y terminábamos escuchando a Alexander Pires o Miguel Bosé, pero ambos eran aceptados por consenso. En todo caso, nunca hubo resentimientos, siempre aceptamos todas las propuestas y cuando el populorum (todos) decía nones, no nos piache, pues se respetaba el asunto.

Hace un par de meses trabajé con un grupo muy simpático. Los problemas surgían al escuchar música. En esta oficina, la chica más antigua tenía parlantes que funcionaban mientras que las demás computadoras tenían parlantes inservibles, sospechoso, ¿no? Ella tenía algo de música en la compu pero ponía siempre el mismo cd de no sé qué grupo francés al cual terminé odiando. Eso sí, muy educadita yo, jamás protesté. Otra chica tenía harta música y la descargó en la laptop (¡gracias a Dios funcionaban sus parlantes!). Ella misma se definía como "ecléctica" en sus gustos musicales. Era increíble todo lo que escuchaba, de todo: podías escuchar a Olga Tañón luego de Abba y después The Cure y por ahí escuchabas Rolling Stones y Tam Tam Go. De vez en cuando uno de los chicos y yo le pedíamos salsa (tenía puros clásicos) y ahí saltaba la otra chica: ni hablar, que le cambien la música, y lo mismo si era algún grupo que no le gustaba. ¿Y cuándo nos torturaba con su grupo punk francés? Lo que me parecía increíble es que de pronto ponía su música cuando la otra chica estaba atendiendo los pedidos musicales propios y ajenos. Alucinante. Claro que todos nos reíamos, pero no podía evitar sentirme mortificada por su falta de... respeto, tacto, atención, ¿todas las anteriores?
Es muy difícil que un grupo heterogéneo en edades y orígenes escuche la misma música. Más tranca es encontrar a personas suficientemente abiertas a explorar nuevas melodías y nuevos grupos, y peor aún es tratar de encontrar a gente que no acapare la transmisión de la música. Trato siempre de hacer un esfuerzo pero tampoco soy un angelito súper tolerante, eh?? Más de una vez estuve a punto de ahorcar a algún compañero que ponía "La culebrítica" en medio de una jornada de chamba. Todos tenemos nuestros límites.

40 años!!!!

Hoy cumplo 40 años!!! Aún no termino de creérmelo. Me parece que ayer nomás estaba en la universidad, que antier fui al cole y que hace poquito me juergueaba a morir. No llego a base 4 angustiada por la vejez, ni por las canas, ni porque ya no tengo 25. Me preocupa el futuro de mi hijo, no haber logrado cumplir algunas metas de etapas que debo haber superado ya, y me molesta no tener algunas cosas materiales que imprescindibles tampoco son.

Miro con esperanza los tiempos que se avecinan y con curiosidad también. Tampoco todo es color de rosa, ¿eh? A veces mi sensibilidad anda a flor de piel y lloro cual magdalena, peleo con mi amorcito, riño con mi hijito y me disgusto conmigo misma. Pero creo haber logrado algunas cosas: conozco mis fortalezas (me tomó tiempo, muchísimo!!!) y puedo enfrentar mis debilidades con mejores herramientas. Me falta todavía mucho por desarrollar. Vamos, no es que tienes 40 y tienes la sapiencia del maestro Yoda. Al contrario, cada día es todo un reto y una aventura. Ver crecer a mi hijo es la principal y superar mis miedos e inseguridades es otra. Y sobre todo, disfrutar de los colores de la vida. Quien no ha tenido depresión (la de a deveritas, no el "estar depre", o "feeling blue"), no sabe lo que es ver todo gris. Así que ahora veo todo de mil colores y espero seguir así siempre.

Este blog es un reto por muchos motivos: lograr la disciplina para escribir, continuar aprendiendo a reirme de lo que me pasa, sobrellevar mis muchísimas horas diarias sentada frente a la computadora y así, muchos más.
Happy b'day to me!!!! Bienvenidos los 40!!!

Thanks God it was Friday

Son las 5 p.m!!! Cierre la compu, asegúrese de no dejar el messenger abierto, coja sus chivas, despídase de sus compañeras de encierro, deséeles "buenfinde" y chape su micro, cójalo antes de las 5.30 p.m. si no quiere demorarse una hora en lugar de 30 minutos. Viaje soñando con escuchar música, tomar una limonada heladita mientras enciende la compu para seguir chambeando y tal vez comer más tarde un heladito o un dulcecito .
Toque el timbre de casita y mientras su parejo la recibe con cara de susto y le va diciendo que recogió a su papá del parque porque se había caído al cruzar la pista y algunas almas caritativas lo levantaron y lo sentaron en una banquita, piense que thanks God it's Friday y que nada puede alterar su buen humor.
Vaya, regañe al anciano que se escapó para comprar una Coca-cola aprovechando que su esposa estaba durmiendo y la empleada estaba planchando de espaldas, recuérdele que su salud es delicada, que todos se preocupan por él, que usted no puede trabajar con la angustia de "que estará haciendo mi papá", que ya tiene casi 80 años y da más problemas que su hijo de 9.
Tome aire y haga oídos sordos a las protestas del anciano que no toma conciencia de cuán golpeado está, los moretones que tiene y las complicaciones que su alicaído estado de salud puede tener.
Abrace a su hijito, déle un beso, tome un vaso de limonada helada, ponga el CD de Queen, prenda la compu y vuelva a respirar hondo. Hay que seguir chambeando.

Alianza Lima 1 - Señor de Sipán 0

Hace algunos días mi hijo tuvo la oportunidad de conocer a Walter Alva. Cuando salimos del lugar, le digo: "Hijo, qué suerte, has conocido al descubridor del Señor de Sipán y has podido hablar alguito con él. Es un arqueólogo importante y valioso, y vale la pena recordar que lo has conocido. Cuéntale a tus amigos".

Respuesta. "Si, mami. ¿Sabes? El papá de D lo llevó a conocer al equipo de Alianza y le firmaron su pelota".

Tiempo después...

Hace unos meses me reuní con mis amigas de código de la universidad y escribí este post (siempre pensando en iniciar el blog y siempre aplazándolo).
Anoche escapé de mi rutina. Una conversa en el chat y decidimos reunirnos. Varias de nosotras no nos veíamos desde los días universitarios, otras habíamos podido reunirnos muy esporádicamente en los últimos años.

Seis mujeres reunidas, seis maneras distintas de ver la vida, seis historias diferentes, cuatro madres, tres divorciadas, una sola con pareja estable. No puedo dejar de recordar nuestro primer ciclo como cachimbas. Infinitas horas discutiendo y defendiendo lo indefendible. Largas horas en los jardines con el pretexto de estudiar para la práctica de más tarde. Siento mucha empatía con algunas de ellas, aunque nuestras historias sean tan distintas y nuestra suerte en la vida también.

Todas hemos crecido, algunas han madurado, otras nos hemos quedado a medio camino (ejem, ejem). Algunas estamos (ejem, ejem) “igualitas”, como en aquellos años maravillosos. Otras tal vez más gorditas e incluso con nueva “pechonalidad”.

Tragos van, Tragos vienen. Recordamos a los amigos de aquellos años, a los que partieron antes, a los que aún frecuentamos. Contra mi costumbre me quedo callada y observo… casi no participo en las conversas. “Ellos” son el tema recurrente (creí que en algún momento alguien iba a proponer un brindis: “Por ellos, aunque mal paguen”). Mi lado apático mira la hora y dice: “Despídete, mañana tienes que levantarte antes de las 6. Tu serie favorita debe estar por comenzar”. Pero el cariño, la curiosidad y sobre todo, no querer escuchar la consabida frase: “¡Eres una falla!” hacen que me quede y obedientemente asienta cuando proponen salir a tomar algo en un bar cercano.

Odio salir a un lugar público. La bulla de la música (aunque sea mi música favorita) me impide escuchar bien (¿sordera prematura?) y mi voz se apaga entre el barullo. Pido mi infaltable Coca-cola y trato de escuchar y participar. Mil imágenes, recuerdos y conversaciones perdidas bailan ante mis ojos y oídos. Somos seis mujeres que han salido adelante solas. Hemos recorrido un largo camino y seguimos dispuestas a beber la vida de un solo tirón, tal como cuando nos conocimos.

Aún puedes confiar en el prójimo

Hace algunos días tuve que devolver el regalo de Navidad de mi hijo. Fui lista para hacer un lío de llonja, de esos que no suelo hacer porque soy muy lady y porque soy muy tímida también (sobre todo por esto último). Pero habiendo hecho la compra de marras en Mesa Redonda (todo por llegar tarde y ya no encontrar en Ripley), me daba miedo... no quería otro artefacto: quería TODITO mi dinero, que era regular. Así que el asunto era "retroceder nunca, rendirse jamás".

Bueno, los empleados eran unas bestias. No entiendo cómo pueden poner gente así para atender al público. Estamos hablando de la galería más importante, no de cualquier hueco. Finalmente llegó la chica que hizo la venta y súper atenta, tranquila, calmó a todos (incluyendo a mi maridito a quien poco le faltaba tirarle un combo a un vendedor faltoso) y me dijo que el dueño no estaba pero en cuanto llegase se comunicaría conmigo.

Me fui a casa pensando que tendría que regresar al día siguiente o dos días después para reclamar nuevamente. Grande fue mi sorpresa al recibir antes de dos horas la llamada del dueño, quien muy amablemente me solicitó que vaya a ver cómo podíamos arreglar el asunto.

El pata era realmente un buen negociante (este pechito atendió en la tienda de sus progenitores largos años, así que sabe cómo es la nuez). Me ofreció tres alternativas:
1) Llévese el artefacto (que no funcionaba) con un súper descuento. (Tas loco).
2) Tenía otro (también fallado supongo) que podía unir con lo que está bueno de éste y así me llevaba uno que funcionase. (Tas won).
3) Que lo espere hasta el 5 de enero como plazo máximo para devolverme el dinero (era 26 de diciembre). Literalmente dijo que necesitaba vender el aparato (¿encontrar otro incauto?) para devolverme mi dinero. Le dije que era mucho tiempo, pero me dijo que esa fecha era un plazo máximo que él se daba, podía ser que lo vendiese mucho antes y me llamaría inmediatamente. Como aún creo en la bondad humana, mejor dicho, porque soy ilusa según las normas de este mundo, acepté y me fui contenta a casa. Estaba tranquila en parte porque tenía una especie de guía con los datos de la tienda, y era evidente que no me habían dado boleta de venta, por lo que podía denunciar al pata, y él mismo me había firmado la parte trasera del papelucho, comprometiéndose a la devolución de mi platita.

Este señor me explicó que ellos compraban tanta cantidad de cosas que era imposible revisar una por una, que lamentaba que yo hubiese tenido la mala suerte de recibir uno fallado. Yo le dije que recordaba quedándome hasta muy tarde en la noche en época navideña, probando con mi papá todos los juguetes, justamente para que no nos pase esto. En fin, el hecho es que su actitud fue correcta.

Mi amiga C me dijo muy amigablemente que era una gran cojinova por aceptar ese trato. Que coja a mi marido y lo lleve al día siguiente a reclamar mi dinero porque el tipo me había estafado, que sabe Dios si hasta esa fecha el puesto ya no existía (yo le decía que era un puesto fijo, conozco la galería de pe a pa), que el tipo seguro se iba de viaje y yo me quedaría sin dinero, etc., etc. Mi hermana dijo algo similar. Conclusión: yo la gran cojuda again que aún cree que vive en el Paraíso.

Me quedé súper mortificada. No sólo era el rollo de tener al ñaño sin regalo, sino la posibildad de perder el dinero. Pensé regresar el 28 con el padre de la criatura --que estaba fuera de Lima-- para reclamar mi dinero (desvalida yo), pero el 27 por la tarde recibí la llamada del señor de la tienda quien me dijo que podía pasar a recoger el dinero... Volé, recogí, comprobé que los billetes no eran falsos (a esas alturas desconfiaba hasta de mi sombra), agradecí y me fui.

El pata actuó correctamente, como tenía que ser. ¿Por qué tenemos que pensar SIEMPRE que las cosas no ocurrirán así y tendemos a pensar lo peor de las personas? ¿Cómo podemos vivir en un mundo así? A diario me enfrento a esto en la crianza de mi hijo. ¿Cómo logro enseñarle a alcanzar el equilibrio entre vivir e interactuar con normalidad con el mundo que lo rodea y no dejar que le metan el dedo, algo tan común en este triciclo ambulante llamado Perú? Pásenme la bola de cristal, por favor.

¡Bienvenido 2008!

Y así nomás llegó el 2008!!! La pasamos súper tranqui, con los vecinos, conversando animadamente y en familia. Unos días antes ya habíamos celebrado por adelantado y llegamos a casa casi a las 6 a.m. ¡Genial! Hacía muchísimo tiempo que no hacía eso. Lo malo fue tener que levantarme dos horas y media después, snif. Ni modo. Me hacía mucha falta una salidita así, ver a la family, unos cuñados a los que extraño mucho, las cuñadas tan lindas como siempre... la familia que siempre quise tener y que aún ahora me resulta esquiva (ese es otro propósito de Año Nuevo...).

Estos primeros días han sido algo raros: terminando un trabajo feo que estaba pendiente, haciendo de ama de casa (¡yo!), y corriendo de acá para allá. Creo que el lunes retomo la rutina de siempre: ya me hace falta.

¡Y Sol, decídete pues! Luego de unos días de fuerte sol, ahora solamente falta que llueva!!! Noooo, quiero mi verano de siempre!!!

He vuelto a escuchar música... de muchos tonos y colores!!!!