He entrado a otra de esas etapas de mi vida en las que el trabajo me consume y he abandonado el mundo blogger. Prometo pasar por mis blogs preferidos este fin de semana y ponerme al día (me da miedito abrir mi G-Reader y ver cuántos posts tengo acumulados).
Este fin de semana nos fuimos a la playa y la pasamos súper bien. Fue divertido y muy reparador. Adoro la playa, aunque soy de esa rara especie que huye de las playas de moda o muy concurridas, y prefiere las playitas tranquilas y desconocidas, donde puedes explorar, caminar, coger erizos, caracoles y etc. No me gusta tirarme al sol, prefiero caminar, trepar, disfrutar del sonido de las olas y verlas reventar.
Esta playita está al norte de Lima, bastante caleta y espero que se mantenga así muchos años. Rara vez encuentras a otras personas que los propios pescadores. Es genial disfrutar de las aves, los cangrejos, las arañas y estrellas de mar...
Fuimos con una amiga y su hija y la pasamos requetebien. Mi hijo se divirtió de lo lindo pues tuvo con quien nadar incansablemente. Estamos pensando repetirlo pronto. Bueno, nosotros vamos todos los años al menos un fin de semana.
Les dejo otra fotito de los niños. Sepan disculpar lo mala fotógrafa que soy, voy aprendiendo poco a poco, lentamente... cual tortuguita...
¡Los extraño!