Lo que no debió suceder

Ayer por la mañana los emails de los arqueólogos de todo el país recibieron la noticia de la desaparición de dos jóvenes arqueólogos ayacuchanos mientras trabajaban para el Qapaq Ñan, proyecto de registro e investigación del gran camino inca que recorre todo el territorio andino. Este proyecto está a cargo del INC y sus sedes regionales. Momentos más tarde recibíamos la noticia de que se había encontrado el cuerpo de uno de los chicos, ambos menores de 30 años, uno de ellos tan solo de 24 años. Tenía evidencias de un fuerte golpe en el cráneo, por lo que se supone que fueron asaltados para robarles los equipos: una cámara digital, un gps, brújula y aparentemente una cámara filmadora.
El chico que aún sigue desaparecido se comunicó con su mamá el lunes 25 de agosto. Era muy unido a ella y trataba de llamarla a diario, desde ese día perdieron la comunicación.
Me siento muy afectada aunque no conozco a ninguno de los chicos, pero como arqueóloga sé muy bien el tipo de trabajo y en qué condiciones salieron a hacerlo. Ellos salieron solos a hacer su recorrido, con la mochila al hombro. Listos para caminar varios kilómetros y detenerse a fotografiar y registrar por escrito lo que iban encontrando a su paso.
Hace un rato escuchaba la entrevista de RPP a la famlia y amigos-colegas del chico que aún está desaparecido y les preguntaban por el protocolo de seguridad que tiene el INC para este tipo de salidas. Lamento decirles que estamos muy lejos de tener uno. El INC simplemente te da tus viáticos y se desentiende del asunto. Es increíble que un proyecto como el Qhapaq Ñan no tenga un protocolo de seguridad que siga rigurosamente teniendo en cuenta que los arqueólogos salen a caminar, subir y bajar cerros, cruzar ríos y áreas desoladas SOLOS, y este debería aplicarse a todas las salidas del personal del INC. Muchas veces hemos tenido que llamar a los supervisores (del INC) que iban a chequear nuestros trabajos para decirles "oye, vente con nosotros en la camioneta, es difícil llegar, y peligroso también", o "te recogemos de tal sitio, tal día a tal hora". Ese es el mínimo protocolo de seguridad que tienen los proyectos grandes de arqueología por contrato: los dejamos acá y los recogemos de allá, tal día a tal hora. Por otro lado, en cualquiera de estos proyectos de arqueología por contrato, las empresas exigen a las que subcontratan que su personal esté asegurado (SCTR) ante cualquier accidente en el trabajo. Sin embargo, el INC no asegura a su personal contra este tipo de hechos. Por cierto, la gente del INRENA, del INGEMMET y de cualquier institución estatal que tenga que salir al campo, debe estar en la misma situación. Increíble. Y el Estado exige a las empresas que cumplan estas normas.
La familia de Archi está pidiendo que salgan equipos de rescate a buscarlo , ojalá lo hagan. El sitio es alejado y las patrullas de policia deben ir y volver cada día y no tienen mucho tiempo para buscar. Lo más triste, el jefe del Qapaq Ñan allá quiso silenciar el asunto. La hermana de Archi contó a RPP que el jefe del proyecto le dijo "Que esto no trascienda". ¿Saben por qué? Porque Yoni, el chico que fue encontrado muerto, no estaba contratado por el INC, porque fue subcontratado para reemplazar a alguien que le estaba pagando de su bolsillo, cosa que no debería suceder, pero sucede y con mucha frecuencia.
Que esta horrible historia sirva para que no quede ninguna persona desprotegida cuando sale a cumplir su trabajo.